Los trastornos de la alimentación, consisten en graves alteraciones en las conductas relacionadas con la alimentación y el control de peso y están asociados con una gran variedad de consecuencias psicológicas, físicas y sociales adversas. Estos trastornos incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón (una especie de compulsión por comer), así como las variantes de estas enfermedades
Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades reales que se pueden tratar. Muchas veces estos trastornos ocurren al mismo tiempo que otras enfermedades, como la depresión, el abuso de sustancias o los trastornos de ansiedad. Un dato relevante es el hecho de que la anorexia tiene la tasa más alta de mortalidad entre los trastornos psiquiátricos.
Los trastornos de la alimentación afectan tanto a los hombres como a las mujeres; sin embargo, afectan 2 ½ veces más a las mujeres y las niñas que a los hombres y los niños.
Es importante combinar el tratamiento médico con medicación supervisada con la terapia psicológica.
Una vez que he identificado los problemas importantes que requieren atención, desarrollo un programa de tratamiento que ayuda al paciente a reemplazar pensamientos y conductas destructivos por otros más positivos. El paciente debe tener una actitud colaborativa y concentrarse en su salud en lugar del peso y trabajar conjuntamente conmigo.
También es necesario evaluar los problemas psicológicos subyacentes al trastorno de la alimentación, para conseguir una recuperación duradera
Además, incorporar la terapia familiar en la atención del paciente puede ayudar a prevenir recaídas, resolviendo los problemas interpersonales que surgen como consecuencia del trastorno alimentario. Es fundamental guiar a los familiares para que entiendan el trastorno del paciente y enseñarles nuevas técnicas para sobrellevar los problemas. La terapia de grupo también puede ser un complemento efectivo.